Este 2020, ya se ha puesto de manifiesto que el autoconsumo fotovoltaico es un reactivador económico para las empresas del sector, que promueven el ahorro energético con renovables, dentro de las viviendas y las industrias.
Ahora, pensamos que toca demostrar que la generación de energía a través de parques fotovoltaicos también es un detonante para activar la actividad económica en el mundo rural, ya sea de nuestro territorio cercano o lejano.
Según el Ministerio de Agricultura, en toda la península han 23,7 millones de hectáreas repartidas entre cultivo y pastos, aproximadamente el 70% y 30% respectivamente de la superficie total. Para cumplir con el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) 2030 serán necesarios 39GW de implantación fotovoltaica en toda España.
A día de hoy llevamos unos 10-12GW instalados, por tanto faltarían implantar unos 27GW de potencia, mediante el autoconsumo en tejados y la generación eléctrica con parques solares.
Para cumplir con el PNIEC habría ocupar un máximo del 0,30% de todo el terreno agrícola disponible en la península, si este factor lo trasladamos a cada región, es evidente que no afectará de la misma manera que el suelo agrícola disponible es variable según la comunidad, pero los términos de los que estamos hablando son totalmente accesibles.
Entendemos que la fotovoltaica en el mundo rural es sostenible, utilizando siempre las buenas prácticas y la integración paisajística de estos proyectos en el mundo rural.